La relación de los bailarines Richmond y Tone Talauega con la cantante es muy cercana, pues también la acompañaron en el Confessions Tour (2006) y el Re-Invention World Tour (2004), por ello, definen su personalidad como la de alguien que brinda protección y paciencia.
“Ahora que Madonna es madre, se ha vuelto más amorosa con su equipo. Ella es una mujer muy inteligente y lo comparte con nosotros, siempre hace muchas cosas especiales por su gente, cuida a los que la cuidamos en el escenario”, cuenta Richmond, en entrevista.
La intérprete de ‘Live to Tell’ ha declarado en ocasiones que ve a sus bailarines como actores.
“Madonna empezó como bailarina, entonces, nos entiende perfectamente. Sabe de movimiento y de ritmo. La danza se siente, es como cuando te dicen que las acciones hablan más que las palabras, así es con el baile.
“Para ser un gran artista debes tener tres cosas: saber bailar, cantar y actuar. Madonna posee esas cualidades al igual que otros grandes, como Michael Jackson, Prince y Sammy Davis”, agrega.
Compartir escenario con celebridades como Madonna o Jackson se volvió muy normal para los hermanos Talauega, aunque un reto.
“Trabajamos tan cerca de ellos que se vuelven humanos. Son gente (Jackson ya fallecido) que va más allá de su fama y del glamour, y a la que admiramos por su creatividad, pero para crear sus bailes tenemos que pensar en romper moldes”, dice Richmond.
Unos días antes de que la ‘Reina del Pop’ regresara con su gira a Europa, el año pasado, ocurrió la muerte del autor de ‘Thriller’, y tanto la artista como todos los que formaban parte de su equipo resultaron emocionalmente muy afectados. Entonces decidieron rendirle tributo en julio en un concierto en la Arena O2, el mismo recinto donde Jackson iba a brindar 50 fechas con boletos agotados.
“Todo el público se volvió loco, fue como estar suspendidos en el tiempo. Celebrar a una leyenda mientras participamos con otra fue como un hecho histórico. La ‘Reina’ le hizo un tributo al ‘Rey’, recuerda Tone.
El proceso de idear los bailes es, posiblemente, lo más agotador de una gira para Richmond y Tone. Los dos trabajaron durante tres meses con el director Jamie King y la propia Madonna para idear los cuatro segmentos del show en el Sticky & Sweet Tour: Pimp, Old School, Gypsy y Rave. De este modo se agruparon las canciones y se le dio forma al concierto.
“Madonna te exprime todo el jugo creativo para obtener algo que le funcione a ella. Es difícil, pero al final del día, cuando ves tu trabajo, te sientes feliz de haber hecho ese viaje”, señala Richmond, quien, además, piensa que, como coreógrafos, también deben ser contadores de historias, para transmitir más que palabras.
“Si Madonna no nos hiciera llevar las cosas al límite, sus conciertos no serían los mismos. Ella nos motiva a alcanzar algo nuevo”, agrega Tone.



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