Madonna se agarró anoche un cabreo de órdago en Budva (Montenegro) cuando todos los sistemas fallaron al principio de 'Candy Shop'. Y no es una impresión nuestra, hemos podido hablar con algunos miembros del 'crew' a través de una conocida red social y todos coinciden en que se armó la marimorena entre bambalinas. Pincha dentro para ver el vídeo y saber qué pasó exactamente.
Pues resulta que la plataforma que al principio de 'Candy Shop' autogira y muestra a Madonna sentada en el trono ese que vale carísimo y que tiene cristales de Swarovsky se quedó más quieta que Ramón Sampedro en su cama de Boiro.
Tanto tardó la dichosa maquinita que la co-productora de 'Heartbeat' tuvo que empezar a cantar detrás de una pantalla sin que nadie pudiese verla. Cuando por fin giró, los bailarines hicieron lo que pudieron para reestructurar la coreografía ya que se habían quedado todos perdidos.
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